viernes, 28 de octubre de 2011

Relato de una historia de amor

Espero que les guste! la escribió mi primasa un día y me encanto:) es una relato muy bonito que lo disfruten!

                                                            Historia de amor…
                                         
  Hoy es el esperado día en el que me voy a ver con la persona más maravillosa del mundo, mi novio.
  ¡Se me hace tarde! Me visto muy rápidamente y salgo de mi casa cepillándome mi largo cabello negro. ¿¡Qué!?  Olvide dejar mi sepillo (otra vez). Vuelvo mis pisadas mientras termino de peinarme, llego al cuarto de baño y dejo el sepillo. Ahora si que llego tarde…
  Ahí está tan hermoso como siempre, su pelo dorado resplandece con la escasa luz que pasa entre las copas de los árboles del parque, él lleva una remera negra que resalta sus esculpidos músculos y sus Jean desgastados (los que tanto me gustan), pero no hay que olvidarse de su hermosa cruz que lleva colgada en el cuello con una elaborada cuerda de cuero negro. Siempre me he preguntado que significado tan importante tiene para él, ya que nunca lo he visto sin ella, pero no me animo a preguntárselo por si es muy personal y se enfada conmigo por mi curiosidad.
-    Hola, amor. No veía la hora para poder volver a verte.
Su voz, como pude olvidarme de ella, es grave, muy seductora y  siempre suena despreocupada.
-     Lamento haber llegado tarde.- Entones sonrió, yo ya      sabia por que. Siempre me pongo nerviosa al verlo y él lo notó.
El día paso demasiado pronto y mi nerviosismo, tan rápido como había llegado.
-   ya es hora de irme- dije- pero antes una pregunta.
-   La que tú quieras, amor.
-  Sabes que mi cumpleaños número 15 ya se acerca y me gustaría que me des una pista de lo que me regalarás.
Entonces se puso tenso, y contesto:

- Pues eso no puedo decírtelo. Por que si te doy una pista pasaras las siguientes noches en vela pensando que voy a regalarte. Además ya no seria una sorpresa.
-    ¿Entonces dices que no podría adivinarlo? – le respondí con una sonrisa.
Largo una carcajada muy sonora, casi forzada, y esa felicidad no llego ni de cerca a sus verdes ojos. Estaban tristes y evitaron mi mirada intentando que no lo descubriera.
Me despedí e intente no pensar en que algo malo podría pasarle o que no estaría conmigo dentro de un tiempo…
Pero mi mente no me lo permitía. Me repasaba una y otra vez las imágenes de sus ojos evitándome, sus acciones torpes con las manos, sudorosas, intentando ocuparlas haciendo algo… signos de que hay un secreto, algo que el sabe y no quiere contarme. ¿Pero que puede ser? ¿Qué cosa podría ser tan grave como para que su humor cambie tan de repente? ¿Esta relacionado con mi cumpleaños, acaso? Nada de eso puedo saber, lo único que pude deducir es que, aunque mi novio no lo quiso, esta noche y otras más no dormiría muy bien.
Llegue a mi casa con un humor que pasaba inesperadamente de el mejor, al peor, cada ves que recordaba lo pasado esa tarde… mi hermana, de solo un año menor que yo, sospechó lo que me pasaba y cuando estaba a punto de recostarme, entro a mi habitación:
-¿es un chico cierto?
-¿de que hablas?- pregunte con la voz mas inocente que me Salio, sin embargo supe que no la engañaría. Mi hermana y yo nos conocemos perfectamente, nos llevamos bien desde siempre y ella es mi mayor confidente y viceversa. Pero no puedo contárselo, el amor de mi vida, es precisamente de MI vida. Pero no creo que pueda escondérselo, y ella lo sabe.
- ambas sabemos que hacerte la “tontita” no te servirá de nada- dijo con una radiante sonrisa en su rostro angelical- así que ahórranos tiempo a las dos y dime quien es y que es lo que pasó.
Le conté toda la salida pero evite algunos detalles de la ultima conversación y solo le dije que mi enojo se debía a que el no me había contestado sobre lo que iba a regalarme.
Mi hermana quedo satisfecha y se retiro a su cuarto. Esa noche yo no pude dormir.
A la mañana siguiente estaba muy cansada. Me dolía la cabeza y…

 ¿Qué paso? ¿En donde estoy? ¿Esto es la habitación de un hospital? ¿Que hago aquí?...
-  debes estar muy confundida, cariño- dijo la enfermera que estaba a mi lado. No Había reparado en ella, una mujer de unos 40 años aproximadamente, de estatura media y el pelo de un color rubio opaco.
-   ¿Qué es lo que me paso?
-   Llamaré a tus padres para que te lo expliquen. Estarán muy contentos de verte despierta, se han dado un gran susto.

Mis padres me explicaron que me desvanecí, me llevaron al hospital y tras hacerme muchos estudios descubrieron un gran problema en mi corazón.  Necesito un transplante urgente y que mi vida no va mas que para unos días.
No lo aguante mas me levante y Salí corriendo, necesitaba estar sola…
Mi hermane me siguió, siempre a una distancia prudente debido a la situación. Mentalmente le agradecí que lo hiciera no estoy con ganas de hablar, la verdad es que no tengo ganas de hacer nada.
-¿Cómo te sientes?- levante la vista y descubrí que ella se encontraba delante mío, con los ojos rojos y la cara mojada por las lagrimas.
¿Que voy a contestarle? Es que… es tan difícil. ¿Cómo me siento?, me lo repito una y otra vez pero no lo se. ¿Tengo miedo? Si, pero no de morir, ni siquiera de lo que me puede esperar en el ”mas allá” . Temo que mi familia sufra mucho, que ya no puedan seguir con sus vidas, temo a despedirme de ellos. ¿y que hay de esa persona que estará esperándome todos los sábados como habíamos acordado en esa hermosa plaza? ¿Podré decirle que ya no nos veremos más? No, no tendría el valor de hacerlo.
-no lo se- le respondí con un suspiro.- ¿me harías un favor? Si él pregunta por mi dile que lo amo.
Mi hermana capto muy bien a quien me refería y prometió decirle cuanto yo le pidiera que diga.
-   volvamos papa y mama se preocuparan. Y no quiero pasar más tiempo lejos de ellos.
Los dos siguientes días fueron en verdad agotadores. Todo hasta que llego la noticia que todos estábamos esperando…
¡Ring ring! ¡ring ring!  Mi padre dejo el diario a un lado y se levanto de su preciado sillón azul marino para contestar el teléfono. Al colgar se dio la vuelta y se enfrento a nosotros con lágrimas en los ojos y lo único que se escuchaba era la radio encendida con una canción de los 80. Mi padre rompió el silencio y hablo.
- no lo podrán creer- dijo, intentando no echarse a llorar. Pero ¿de felicidad? ¿estaba sonriendo?
-   ¿Qué paso, cariño?- pregunto mi madre muy confusa.
-   Consiguieron un donante.- todos nos aliviamos y empezamos a reír descontroladamente.
-   ¿Y quien es?- la curiosidad estaba matándome.
-   El doctor dijo que es una persona muy sana que desea acabar con su vida. Y que al enterarse de que tu necesitas un corazón… que mejor manera de morir que salvando a alguien. ¿No?
-     P… - las palabras no me salían y tartamudee un par de veces hasta aclarar mis ideas.- ¿Podré conocerlo?
-   No, el no desea darce a conocer. Lo lamento- agrego al ver la exprecion de mi rostro.

Ya es la hora, en unos minutos estaré dormida por la anestesia, en unas horas sana y salva otra vez, y en unos días habré retomado mi vida.

Desperté por segunda vez en una semana en la sala del hospital. La misma enfermera me miraba sonriente al lado de mi camilla y más allá estaban mis padres. Pero no veía a mi hermana por ningún lado y volvió a mi mente la última conversación que tuvimos antes de la operación.
-  ¿tienes miedo?- pregunto
-   No, bueno tal vez un poco. ¿y tu?
-   Si, no quiero perderte. Te quiero demasiado, no lo soportaría.-  desde allí si tenia miedo.

-¿donde esta Jesse?- pregunte al fin.
- en el parque, reflexionando, creo.
- ¿alguien le dio la noticia?
-no la emos visto desde que salio del hospital.

Ya a pasado una semana desde la operación, me encontraba muy bien, como nueva. Mi hermana estuvo un poco rara, evitaba mi mirada casi todo el tiempo. Asi que desçcidi averiguar lo que pasab y esa noche le hice una visita en su habitación…
-   ¿Qué es lo que te pasa?- pregunte, no mas pasar y cerrar la puerta.
-  ¿Recuerdas que no estuve ahí cuando despertaste?
-   Si
-  ¿sabes donde estaba?
-  Claro, papa dijo que en el parque.
-   Bien, una chiquilla se me acerco y me entrego esto- dijo dejando un paquetito blanco sobre mi regazo.- dijo que te lo diera esta noche cuando tu vinieras a verme. ¿Cómo lo sabia? ¿Como supo que tu ibas a venir?
-    No lo se.- abri el paquete y senti como si toda la sangre huyera de mi cuerpo. Ahí estaba, en todo su esplendor, la cruz que mi novio siempre llevaba puesta. Las lagrimas empezaron a caer como si estubieran en una carrera.
Abri aun mas el sobre mientras me ponia la cruz alrededor de mi cuello y descubri que habia una carta, esta decia:

Amor mío:
                     Los mejores momentos los he pasado con tigo… lo menos que podía hacer es darte el mejor de los regalos para tus quince años. Y por si lo olvidaste, hoy es tu quinceavo cumpleaños.
Este regalo nadie lo supera, te entrego mi corazón, que ya era tuyo. Espero que no me olvides nunca.          
                                               TE AMO
Al otro lado decía:

 P.D.: la cruz es el significado de mi amor por ti, la compre la primera vez que te vi…

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